La palabra motivación, en una búsqueda de Google arroja "Aproximadamente 5.000.000 resultados (0,15 segundos)" y ni siquiera me han sugerido que lo escriba con acento. En La Casa del Libro proporciona 1.032 resultados, es decir, 1.032 libros escritos sobre el tema. Es algo de lo que hablan todos los especialistas en Liderazgo, los responsables de RRHH de las grandes corporaciones, los monitores del gimnasio vamos, que hay que motivarse hasta para comprar el pan.
Existen muchísimas teorías que intentan explicarla desde un punto de vista psicológico: la pirámide de Maslow, los factores higiénicos (o no) de Herzber, Teoría X y Teoría Y de McGregor, Teoría de Fijación de metas de Locke, un montón. Por ejemplo Locke, dice que una meta es aquello que una persona se esfuerza por lograr. Afirma que la intención de alcanzar una meta es una fuente básica de motivación y nos impulsan a dar el mejor rendimiento. Pero ya años antes lo decía Albert Einstein, "Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad".
En el libro "Organizational behavior I. Essential theories of motivation and leadership", escrito por John B. Miner, se recoje un experimento llevado a cabo en 1962 en la universidad de New York en el cual, estudiantes fueron contratados para conducir entrevistas y realizar estudios de mercado. Durante el proceso de contratación, a la mitad de ellos se les dijo, " Usted no tiene suficiente experiencia para este puesto", pero fueron contratados igualmente. Al otro grupo sin embargo, se le hizo pensar que eran perfectos para el trabajo. Cuando midieron la productividad en ambos grupos, el primero superó con creces al segundo. Todo motivación.
Estoy casi segura de que esta gente tan sabia y tan leida no recomendaría la televisión como fuente de aprendizaje sobre este tema tan complejo. Pero yo si porque no soy ni lo uno ni lo otro.
Domingo 4 de diciembre de 2011, Final de la Copa Davis, Nadal vs Del Potro.
Después de romper el primer servicio del argentino, parecía que iba a ser un camino de rosas, ¡la copa ya estaba en casa! Hasta que en el juego siguiente, Del Potro rompió también el servicio del español. Al término del primer set, Nadal estaba hundido, y el segundo empezó igual de mal. No le entraba ninguna de las bolas que intentaba, nada le salía bien, y a su rival, todas las bolas le iban a la línea y tenía suerte con las dudosas. Nadal perdió todos los saques. Imaginaos lo que podía pasar por su cabeza, un campeón como él, perdiendo de esa forma. Cualquiera en su lugar estaría desahuciado. Yo como espectadora, he de decir que lo di por perdido, y en la voz de los comentaristas de RTVE, se notaba la desilusión. Ya en el segundo set, cuando "Delpo" sacaba para el 2-0, erró tres veces y Nadal ganó el juego y el set. Lo ganó porque quería ganar, porque no dejó de correr y de esforzarse, porque quería esa Copa. Y con esta fuerza, ganó también el tercero. Viento en popa y las rosas volvían al camino. En el cuarto set, sorpresa, llegan al tie break. Vuelven los miedos ¿fallará? Pero otra vez, Rafa, no se dejó vencer por las sombras y siguió a lo suyo. Arrasó.
Que me expliquen los doctorados en psicología, sociología antropología o lo que sea, cómo se hace eso, porque yo de mayor, quiero tener esa energía, esa convicción, ese poder de cambiar las circunstancias que te rodean.
Tenía pendiente esta reflexión, y me alegro de haberla hecho, sobretodo a golpe de lunes dia 2:
[Modo automotivación=ON]
[Modo automotivación=ON]